Leeds, Reino Unido por
|
¡Hola! ¡¡Los de erasmusblogs.es me han dado ya carta blanca para empezar a publicar!! Soy Narue (viva el anonimato) y mi intención en este blog es compartir con vosotros/as mi experiencia erasmus en Leeds, ciudad donde viviré durante 9 meses a partir del 10 de septiembre. Mientras tanto, y como adelanto, aquí os dejo un post que escribí hace poco en mi otro blog (http://ontheway-narue.blogspot.com/) y que cuenta mi ODISEA para conseguir la beca, porque… como iréis viendo, he tenido que pelear con uñas y dientes para conseguir cumplir este sueño… Espero que os guste. ¡Bon appetit! ^_^
Acabados los exámenes y comenzado el curro de verano, lo suyo sería contar mi erasmus desde el inicio de los tiempos…
La verdad es que mi interés por el extranjero nació el mismo día en que nací yo, porque lo he llevado dentro siempre y es algo que no puedo evitar. Pero recuerdo que tenía 18 años recién cumplidos y una ortodoncia bien llamativa cuando un tal Barry Pennock, jefe del Departamento de Filología Inglesa y Alemana de la Universidad de Valencia, nos habló por primera vez de lo que era una erasmus y los beneficios de conseguir la beca. Fue en nuestra reunión de "novatos" antes de empezar la uni. Más tarde empecé el conservatorio de música y el hecho de tomarme estos estudios en serio hacía que me auto-limitara y pensase que "yo no podía disfrutar de la erasmus", pues irme un año fuera significa perder uno de música…
Fui a la reunión informativa erasmus estando en segundo de carrera. La verdad es que fuimos por curiosidad. A nadie se nos pasaba por la cabeza irnos tan "jóvenes" y para lo único que sirvió fue para ponernos los dientes más que largos xD. Pero este año (tercero) decidimos volver a ir a la dichosa reunión y la cosa se puso seria. Clara y Tesa tenían muy claro que iban a pedirla. Habían cogido asignaturas de cuarto a espaldas de todos para adelantar… jeje ^_^. Ana y yo, sin embargo, no lo teníamos tan claro. Ella tenía la determinación de irse, pero a mí la música seguía tirándome para atrás, una cadena en el pie que impedía moverme a donde quisiera.
Pero es que… ¿alguien puede decir NO a vivir 9 meses en un país extranjero conociendo gente nueva cada día y viviendo mil y una aventuras? ¿¿Alguien puede decirle NO a Carmina Gregori (coordinadora erasmus de nuestro departamento)?? xD Ese mismísimo día, después de la reunión informativa, salimos literalmente corriendo en avalancha a la sala de ordenadores para hacer la solicitud. Mis malas experiencias en el aislado y remoto pueblo irlandés de Skibereen (Cork) me hicieron elegir Londres como destino. ¡¡Quería ser la versión española no-fumadora de Bridget Jones!! xD Por otra parte, Literatura de los EEUU iba emocionándome cada vez más y un día al acabar la clase, me fui a los ordenadores de la facultad e hice la solicitud para la beca internacional a Nueva Jersey.
El tiempo pasaba y una vez recapacitados los actos que había cometido (todos con imprudencia y sin ningún tipo de reflexión), la duda empezó a comerme el poco cerebro que tengo…
Mi casa, mi familia tan "especial", mi música, mi… amor… ¿De verdad quería dejar todo esto? Mi novio ya me había dicho medio en broma que si me iba a ninguna parte lo dejaríamos antes. A mí esto me partía el alma…. A esto sucedieron los eternos días de altibajos. Cuanto mejor me iba en la música, o con mi chico, o con los amigos, más me aferraba a la idea de no irme y rechazar ambas becas. Pero internet fue un bicho creado para chupar la sangre a "inocentes como yo" y empecé a mirar distintas webs de las unis tanto de EEUU como de Reino Unido. Y un día de marzo, me llamaron. Había sido pre-seleccionada para la beca a Carolina del Norte.
No era Nueva Jersey, no nos engañemos. No me iban a pagar todos los gastos. Además, eran 9 meses DE VERDAD, es decir, nada de navidades en España, nada de visitas sorpresa, nada de nada en 9 meses… Me daba miedo, mucho además. Y la rechacé. "Esperaré a la erasmus, gracias".
Diciendo esto renuncié al "sueño americano" (en realidad, sólo lo aplacé, eh) aún sin ni siquiera tener claro si aceptaría la erasmus. Mientras tanto, Ana y yo soñábamos despiertas con irnos juntas a Coventry (UK) en el corazón de Inglaterra. Viajes a todos los sitios, fiestas, guateques en una casa compartida con un francés, un alemán, un chino (por lo de la cocina, vamos)… Y a una semana de la reunión para la adjudicación de plazas… decidí que no. No podía irme.
No hacía más que inventar excusas malas. Sí, bueno. Si las analizabas, tenía razones más que suficientes para no ir. Pero recuerdo el sentimiento tan… horrible (porque esa es la palabra) del día de la reunión, mientras yo me iba a casa en vez de acudir donde debía… Ese mismo día, en el instante en que puse un pie en el metro de vuelta, supe que había cometido el peor error de mi vida.
No hacía falta esperar. Envié un email a la coordinadora. Le pedí mil disculpas, pues no asistir a la adjudicación de plazas significa renunciar automáticamente a la beca. Me dio pocas esperanzas, la verdad. En casa tampoco lo tomaron con buen ojo. Mi padre se disgustó; "¿dos renuncias en un mismo año?". Incluso mi novio me reprochó lo tonta que había sido; al final resultó que me apoyaba en todo.
Por suerte, hubo problemas en la primera reunión y hubo que hacer una segunda adjudicación. Mi problema era ahora que al haber perdido convocatoria era LA ULTIMÍSIMA DE LA LISTA para escoger. La número 94, para ser exactos (cuando hubiera sido la 32). Ese día fue un tormento para mí. Vi como se iban Cardiff, Nottingham, Londres, Sheffield, Leicester (ugh), Coventry… snif. Y llegó mi turno, no quedaba nadie más en la sala. "¿No ha venido esta chica?" "¡¡¡¡¡ESTOY AQUÍ!!!!!" grité como si estuviera en el bingo xD.
No pude elegir, claro. Me tocó Plymouth. Hubiera tenido opciones a Londres, pero no pudo ser. Me quedé sin palabras mientras Ana me abrazaba totalmente poseída por la euforia del momento. "¡QUE TE VAS! ¡QUE TE VAS!". "¿Plymouth? ¿Quién c*** quiere ir a Plymouth?" No pensaba ir a Plymouth, bajo ningún concepto. Le pedí a la coordinadora que me pusiera en una lista de espera por si alguien rechazaba su plaza. Una semana más tarde, fui a su despacho para ver si había alguna "nueva"… pero nada. ¿Nadie iba a rechazar su plaza? …
"¡Espera!". Y me giré. "¿Quieres ir a Leeds?". Y en un microsegundo dije: "SÍ". Un email enviado a última hora esa misma mañana había ofertado a nuestro departamento una nueva plaza que la coordinadora pensaba reservar para el curso siguiente. Pero fue mía.
Mi chico no me felicitó ese día, ni ningún otro. Pero se alegró mucho de que yo me alegrara. Sabe que me hace feliz, que es bueno para mí y mi futuro, y que es algo que debo hacer. Ese apoyo suyo es lo que me reafirma cada día que lo nuestro sí puede sobrevivir una erasmus. La música… perderé este año, aunque ya me han dicho que cuando vuelva podré hacer dos cursos en uno para adelantar ese año. Además, en la uni donde voy tendré la oportunidad de seguir estudiando flauta y poder tocar en orquestas, bandas y grupos de cámara. ¿Qué más puedo pedir?
Y esa es la historia. Salí del despacho bailando, gritando, sonriendo, dando botes… Creo que hasta me arrodillé y besé el suelo delante de todos… xD
En fin… Así es como conseguí mi erasmus. Un relato de cómo tengo demasiada suerte y de cómo el destino quiso siempre que me fuera de erasmus. Si no, ¿¿cómo es posible que tras tanto problema tenga la oportunidad de vivir lo que voy a vivir este maravilloso año??